Mensajes clave
El Informe de Desarrollo Sostenible para Paraguay 2021 presenta una doble evaluación de la situación del país con respecto al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En la primera parte se presenta una evaluación con perspectiva internacional, poniendo los avances y desafíos del país en el contexto de la región de América Latina. En la segunda parte se presenta una evaluación subnacional de la situación de cada uno de los 17 departamentos, más la capital Asunción, con respecto a los ODS. Este informe presenta 5 conclusiones principales que derivan del trabajo estadístico.
1. Retos mayores persisten en varios ODS, y algunos indicadores muestran un retroceso de los objetivos.Los resultados del índice internacional para Paraguay develan que hay varios ODS que siguen siendo desafíos para la región entera: ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 4 (Educación de calidad), ODS 5 (Igualdad de género) ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), ODS 10 (Reducción de las desigualdades), ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas). El ODS 3 representa un desafío particular en el contexto de la pandemia de la Covid-19. En Paraguay, el brote de la pandemia ha representado un gran reto para el sistema de salud – el país es uno de los que menos invierte en salud en la región. Fortalecer su provisión de asistencia médica será esencial en el corto y en el largo plazo.
2. La pobreza extrema y medidas relacionadas ya no son desafíos importantes para el país. Si bien persisten varios retos, los indicadores de deprivación extrema muestran buenos resultados. El país ha hecho avances considerables en la reducción de la pobreza extrema, que hoy está casi eliminada. El acceso al agua potable y a la electricidad es universal, mientras tasas de mortalidad infantil y neonatal son bajas y decrecientes.
3. El cambio del uso de la tierra constituye un reto crítico. Paraguay posee una riqueza de biodiversidad y preponderancia de bosques primarios al mismo tiempo que tiene un sector agropecuario importante y creciente. Las prácticas agrícolas hoy no son sostenibles. La producción de soja y la explotación vacuna generan altas emisiones de nitrógeno (nocivas para los humanos y los ecosistemas) y destrucciones masivas de sus bosques, lo que a su vez provocan pérdidas enormes en su rica biodiversidad terrestre.
4. Las disparidades entre las zonas urbanas y rurales son grandes y persistentes. El índice subnacional devela grandes diferencias territoriales en términos de desempeño ODS. Asunción y Central lideran la evaluación por lejos, mientras que los departamentos rurales del Chaco y del Noreste están lejos de los objetivos. La agenda 2030 se fundamenta en el principio de “no dejar a nadie atrás,” lo que incluye la provisión igualitaria de servicios tanto a poblaciones rurales como urbanas.
5. Con bases de datos producidas nacionalmente, es posible aumentar la producción de indicadores claves para el monitoreo de los ODS. La disponibilidad de datos esenciales para monitorear los ODS tiende a ser más escasa a nivel subnacional. Sin embargo, muchas veces es posible construir indicadores de monitoreo a partir de bases de datos nacionales ya existentes. El presente trabajo incluye un anexo que describe cómo se puede calcular indicadores adicionales usando tales bases. En efecto, a pesar de los indicadores adicionales, persisten lagunas de datos importantes para monitorear los ODS a nivel subnacional en el país.